Monumentos de Roma

Roma es una ciudad italiana de 2.857.321 habitantes,2 capital de la región del Lacio y de Italia. Es el municipio más poblado de Italia y la cuarta ciudad más poblada de la Unión Europea. Por antonomasia, se la conoce desde la Antigüedad como la Urbe. También es llamada "La Ciudad Eterna".

Coliseo de Roma

El Coliseo o Anfiteatro Flavio es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I y ubicado en el centro de la ciudad de Roma. Su denominación original, Anfiteatro Flavio, hace referencia a la dinastía Flavia de emperadores que lo construyó; su nombre posterior, Coliseo, y por el que es más conocido en la actualidad, se debe a una gran estatua que había cerca, el Coloso de Nerón, que no ha llegado hasta nosotros. Por su conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la Antigüedad clásica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno el 7 de julio de 2008

Basilica de San Pedro

La basílica cuenta con el mayor espacio interior de una iglesia cristiana en el mundo, presenta 193 m de longitud, 44,5 m de altura, y abarca una superficie de 2,3 hectáreas. La altura que le confiere su cúpula hace que su figura domine el horizonte de Roma. Es considerada como uno de los lugares más sagrados del catolicismo. Se ha descrito como «ocupante de una posición única en el mundo cristiano», y como «la más grande de todas las iglesias de la cristiandad». Es una de las cuatro basílicas mayores y una de las iglesias que se deben visitar en el peregrinaje de las siete iglesias de Roma para alcanzar la indulgencia plenaria.

Fontana Di Trevi

La fuente está situada en el cruce de tres calles (tre vie), marcando el punto del Aqua Virgo (en italiano, Acqua Vergine), uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma. Con la supuesta ayuda de la Virgen, los técnicos romanos localizaron una fuente de agua pura a sólo 22 km de la ciudad (escena representada en la actual fachada de la fuente). Esta Aqua Virgo corría por el acueducto más corto de Roma directamente hasta los Baños de Agripa y fue usada durante más de cuatrocientos años. El golpe de gracia a la vida urbana de la Roma clásica tardía fue la rotura de los acueductos por parte de los asediadores godos en el año 537. Los romanos medievales quedaron reducidos a sacar el agua de pozos contaminados y del río Tíber, que también se usaba como cloaca.